Bueno, el Círculo terminó su parrilla de desfiles con Ricardo Pava, quien presentó su colección en la Catedral de Sal de Zipaquirá. El escenario habló por si solo, súper místico e interesante, lo que hubiera pagado McQueen por tener este espacio para su colección de Salem witch. La pasarela era alta y estaba colocada en la mitad de la iglesia, mientras las bancas sirvieron de sillas para los asistentes. Apostándole a salir del recinto de Corferias y hacer un gran show, Ricardo Pava, obtuvo muchos aplausos con una colección muy propia.
Y bien, como dije el escenario era espectacular y la pasarela estaba bien montada. Aunque el espacio no alcanzó para la cantidad de gente invitada, la solución fue hacer una función doble, la primera tanda y la segunda. Yo estuve en la primera, ubicada en el front row, súper cerca de la salida de los modelos, lo cual significó poca luz y muy corto el tiempo para ver la colección… Y como dijo un venezolano que estaba muy cerca de mi: “esos fotógrafos deben estar pariendo una bola…!!!”
El caso fue que decidieron iluminar la pasarela con spots que al parecer no tenían el alcance para una pasarela de aproximadamente, no lo sé, unos 70 metros, dejando a los que estábamos al inicio de la ella a oscuras sin poder ver nada.
Los modelos salían rápidamente y cuando venían de regreso para poder verlos bien, las luces del fondo nos encandilaban, dejando a los chicos a contraluz; lo que se traduce en ver nada! Aunque los que si los vieron dijeron que el casting no era muy bueno…
El show salió y salió bien!!! !Felicidades!, Pava posee un sello de construcción, el cual se ha convertido como en su ADN, y eso está muy bien, sin embargo, en ocasiones da la sensación que se repite. Pero eso en vez de ser un problema es una fórmula, y las fórmulas, según las matemáticas, funcionan.
Súper Destacadas las chaquetas y las botas.
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