Pues esa fue la pregunta que me hice mientras leía el artículo de ARMAND LIMNANDER publicado el 27 de abril en el NYTimes donde habla de la nueva alternativa de vestirse mega fashion con artículos con conciencia ambientalista. Según el artículo la idea es comenzar a crear una tendencia para la “alta” sociedad consumidora de lujo y hacerles ver que ya no hay excusa… Por ejemplo ya hay camisas de algodón orgánico o en un material llamado biopolímero que es una fibra de base de maíz que es alternativa del poliéster.
La iniciativa lleva por nombre FutureFashion, proyecto pionero de Earth Pledge, la cual cuenta con el patrocinio de Barneys New York y con la consultaría de diseñadores como Stella McCarney, Donna Karan y Rodarte para que usar moda con conciencia ecológica no sea todo un desastre de diseño.
Todo maravilloso, y como Fashion Rebel apoyo la moción, por algo hay que empezar… pero salvar al mundo de su peor depredador es de las cosas más caras que el mismo destructor debe pagar, ahora según esto y como es obvio, son los grandes magnates los que deben hacerse responsable de pagar ese precio, porque de seguro un simple cristiano que quiera poner su granito de arena, sin necesidad de ser un hippie no puede comprar un vestido en biopolímero de Gimabattista Valli por U$10.000 (ver la foto).
Pero bueno como dicen por ahí la moda es aspiracional y las tendencias por lo general comienzas en las altas esferas, esperamos que sea de esas tendencias contagiosas que todos quieran copiar y China comience a producir una camisa-vestido de Behnaz Sarafpour’s (U$1.200) versión Zara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario