jueves, 17 de abril de 2008

BJORK EN BOGOTA


ANECDOTA:

Bueno aquí vamos... Hoy estuve almorzando con mis amigas de la universidad en la Hamburguesería de la 93 y en una de esas conversaciones cuando se pregunta por la vida de la una y de la otra, me enteré que una de ellas fue la tour manager de Bjork en Bogotá.

Bjork vino con su hija Isadora y su esposo Matthew Barney, y en esos momentos en que de seguro no tenían mucho que hacer pidieron, a los tour managers, que los llevaran al Museo del Oro, sin embargo, no era tan sencillo, pues la exhibición la habían traslado a la Casa de la Moneda.

Así que mientras se conseguían las invitaciones, otro de los tour manager, compañero de mi amiga, tenían la misión de entretener a la familia y a todo el equipo de la artista, y que mejor que una caminata por el centro histórico y el Chorro de Quevedo.

De seguro que era una tarde soleada en la plaza del Chorro cuando Bjork entró a escena y de inmediato fue reconocida, hasta el punto de experimentar la gran amabilidad colombiana cuando un borracho que andaba por allí le ofreció un guaro… Ante tanta expresión de efusividad de inmediato el seguridad y el tour manager decidieron llevárselos de allí.

Mientras escapaban de los fans improvisados de la ciudad la pregunta del millón de dólares era ¿A donde ir? a lo que Bjork muy sutilmente pidió que la llevaran a un lugar donde no la reconocieran por favor! mientras que el resto del equipo pedía ir de shopping por un lugar tradicional de la ciudad: el Paseo Rivas.

Sin embargo, las compras no terminaron allí, y las ganas de comprar “cositas de colores” los llevó hasta la carrera décima. La carrera décima es una calle llena de buses, busetas, colectivos y peatones por la que todo el mundo cruza entre los carros… y es aquí cuando uno dice por qué no hubo una cámara que tomara la escena en que Bjork, Isadora y Mattew cruzaban intrépidos la décima?

¿Qué lugar de la ciudad está lleno de cositas de colores? Pues nada mas ni nada menos que: SAN VICTORINO y que mejor lugar que LA PAJARERA de donde salieron con bolsas de pepitas para hacerle un collar a Isadora.

Desafortunadamente, la señora que le vendió las pepitas de colores a Bjork no supo de quién se trataba, pues hoy yo misma muero de curiosidad por ir al lugar donde este ícono de vanguardia compró cositas…

2 comentarios:

elgreco dijo...

Olla amiga

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Hasta luego

@bientôt

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JOSEMORENO dijo...

bueno, una mas para la paradoja colombiana, otro cuento que suma voces y abre por fin un espacio para decir GO AHEAD VANGUARDIA. Y si bjork encuentra pepitas de colores, esperemos encontrarnos con sendas joyas cada que pasemos por aqu"i. En hora buena, necesitamos ser mas superfluos,mas radicales y mas avangart.